Los docentes de aula, NO sabemos de educación los que saben están en los escritorios, son grandes pedagogos, se las saben todas de libros irreales, saben de entelequias. Solo hay expertos en delegar, hablar desde el pulpito, y no en solucionar.
Jamás se acercan al aula. Los docentes siempre somos observados de reojo, nos cuentan a cada rato las costillas, no buscamos aplausos ni reconociendo pero es difícil desprenderse de ser docente cada día y que nos entiendan.
Que desesperanza produce esa realidad. Los que toman las decisiones no saben, ni averiguan ¿Cómo es el aula? . No se relacionan con docentes reales, dicen que tienen asesores y le a esos asesores le pagamos para que todo vaya mejor. Una vez a un colegio fue Bruera cuando eran candidato a Intendente en la ciudad de La Plata, en la escuela que está en 20 y 54 le pedimos mapas, seis años después NO los tenía esa escuela. Ahhh yo daba geografía sin MAPAS.
Los grandes pedagogos que están en los escritorios no se dieron cuenta que hoy la formación de los estudiantes es: multidisciplinaria, los docentes de aula debemos saber de: medicina básica, enfermería, psicología clínica, ser profeta para saber todo lo que está por venir, apoyada en técnicas terapéuticas, trabajo social para solucionar desde comer hasta llevar los utiles a la escuela, ser los mejores expertos en salud mental pero como no nos alcanzó el tiempo, algunos apenas nos recibimos de docentes. Hoy mi tarea no es pedagógica, sino terapeutica, primero solucioanr todo lo que trae el alumno que muy pocos se atrevieron a ayudarlo a solucionar y si queda tiempo darle algún contenido. Todo está en la escuela y pasa en la escuela.
Educar es, y siempre debe ser, un pensar más en el otro, en su futuro y en su desarrollo pensar en la técnica que se transmite. Nos educamos para seguir humanizándonos por eso una educación sin valores no tiene valor.
El problema es que los docentes de aula NO sabemos de educación, no entendemos lo que pasa en las "altas esferas" y lo único que hacemos es tener 3 meses de vacaciones y trabajar solo cuatro horas. ¿Qué más queremos? Daniela Leiva Seisdedos.