miércoles, 13 de mayo de 2020
La enseñanza en el marco de la continuidad pedagógica. Enseñanza y Evaluación. Tercera etapa de la Cuarentena. Provincia de Buenos Aires
lunes, 11 de mayo de 2020
Consejos para realizar clases virtuales exitosas. Por Nicolás López Socio y Co-Fundador de Aulanexo
El contexto de la cuarentena obligó a los docentes a repensar sus clases para adaptarlas a los nuevos entornos virtuales, presentando nuevos desafíos. Diez consejos para dar una buena clase virtual y no morir en el intento.
El aislamiento social al que estamos sometiéndonos para prevenir la propagación del coronavirus, ha modificado muchas de nuestras rutinas y estableció nuevos modos de realizar varias de nuestras actividades cotidianas. Una de las áreas en las que el impacto ha sido más notorio es en la educación: en todos sus ámbitos y sin excepciones, el dictado de clases se ha trasladado desde las aulas de las instituciones educativas hacia los hogares, a través de diferentes herramientas virtuales para dar clases en vivo. Y probablemente sea uno de los últimos sectores en abandonar la cuarentena.
Esto presenta un desafío para los educadores de todos los niveles; la mayoría poco acostumbrados a dictar clases 100% virtuales. Desde Aulanexo, que nos dedicamos a brindar soluciones tecnológicas para instituciones educativas, queremos apoyar a los docentes en este proceso. Por ello elaboramos una serie de consejos para ayudarlos a preparar sus clases virtuales de la mejor manera:
1) Conocer las herramientas disponibles: Muchas veces confundimos las plataformas de videoconferencia, con las de aula virtual. A priori, ambas cuentan con cámara, micrófono y chat. Pero estos recursos pueden ser insuficientes para dictar una clase realmente interactiva. Las aulas virtuales incluyen otros recursos como una pizarra virtual, trabajar sobre una presentación, hacer encuestas rápidas, descargar archivos o completar notas compartidas con los alumnos. Hay aplicaciones externas que permiten sumar esos recursos de los que algunas plataformas carecen, pero para ello es preciso que el docente lo contemple de antemano. Y la única estrategia para lograrlo es conocer bien la plataforma a utilizar.
2) Planificar la clase: Toda clase tiene tres momentos: el antes, el durante y el después. En el antes se debe contemplar el perfil de alumnos, las herramientas disponibles y adecuar los contenidos a las mismas. El durante implica el desarrollo secuenciado de los contenidos, contemplando las actividades, interacciones y pausas. Los tiempos en la clase presencial, no son necesariamente los mismos que en el aula virtual. El después tiene que ver con las actividades que se pueden dejar para afianzar contenidos y las pautas para el contacto entre docente y alumnos luego de la clase.
3) Preparar una presentación: Además de ayudar a llevar un hilo conductor acorde con la planificación, sirve como ayuda memoria para el docente y permite sumar todos los soportes audiovisuales necesarios para ilustrar los contenidos a enseñar.
4) Formalizar pautas y normas de participación: Cuando se inicia un curso o clase aislada, es importante determinar ciertos acuerdos de convivencia adaptados al entorno digital: cómo se manejarán las interacciones, si se dejan los micrófonos abiertos o bien si se habilitarán únicamente cuando se toma la palabra, etcétera.
5) No abusar de la cámara: Los docentes suelen sentirse más cómodos al ver permanentemente las caras de sus alumnos, ya que comprueban su interés y atención; y también les sirve habilitar su cámara para complementar sus explicaciones con el lenguaje gestual. Pero el uso de la cámara aumenta significativamente el consumo de datos y a veces los alumnos poseen conexiones débiles o lo hacen desde un celular, con su paquete de datos móviles limitados. Por ello, se recomienda acotar el uso de este recurso a lo estrictamente necesario.
6) Fomentar la interacción: Al igual que ocurre en las clases presenciales, es importante que se fomente la interacción de los estudiantes. Esto los obliga a prestar más atención, evita que se dispersen y amplía su compromiso. Al momento de planificar la clase, debe contemplarse la utilización de la mayor cantidad de herramientas posibles que brinde la plataforma de aula virtual. Un dato importante: está comprobado que los alumnos jóvenes suelen interactuar más en clases virtuales que en las presenciales. El tomar las clases desde la comodidad de sus hogares y hacerlo a través de dispositivos con los que están familiarizados, estimula fuertemente su participación. No debemos atentar contra ello.
7) Pausas: Dependiendo del largo de las clases, hay que planificar diferentes cortes, que permitan a los estudiantes descansar y luego continuar focalizando su atención. Se recomienda hacer breves pausas de unos minutos, aunque sea sin interrumpir la clase, cada 40 ó 45 minutos; y realizar un recreo de 10 a 15 minutos con interrupción de la clase cada dos horas.
8) Ejercicios: Como en cualquier clase tradicional, se recomienda siempre dejar ciertas consignas que permitan a los estudiantes repasar de forma individual los contenidos vistos; bien sea para afianzarlos o bien para detectar si hay temas que no se comprendieron y es preciso revisar.
9) Contacto posterior: Es aconsejable que el docente deje un canal abierto de comunicación con sus alumnos entre clases o posterior a una capacitación aislada, para despejar dudas o analizar situaciones individuales. Si bien muchas plataformas de aula virtual poseen correo interno o una cartelera de mensajes, a éstas suele accederse exclusivamente en los horarios de clase pautados. Por ello, se recomienda establecer una vía contacto que el docente consulte frecuentemente, como una dirección de e-mail.
10) Seguimiento de consignas: Es importante que el docente revise y haga alguna devolución a sus estudiantes de las consignas o ejercicios que deja luego de cada clase. Si no lo hace, es probable que los alumnos no se comprometan con su cumplimiento, atentando contra el objetivo de afianzar contenidos e identificar dudas que poseen estas consignas.
Si bien en algún momento volveremos a las aulas, las clases virtuales llegaron para quedarse. Por ello es preciso que comencemos a familiarizarnos con este formato y repensemos nuestros modos de enseñar y evaluar a los estudiantes en este nuevo paradigma.
Visita: http:// www.elarcondeclio.com.ar
viernes, 8 de mayo de 2020
Piden garantizar el uso libre de plataformas educativas en todo el país y de Whatsapp en barrios
Referentes académicos, dirigentes sociales, universitarios y empresariales de distintos puntos del país firmaron una carta que solicita a las principales empresas de telefonía, al ENACOM y al Ministerio de Educación de la Nación que, mientras clases no puedan dictarse en las escuelas, se garantice la conectividad libre y gratuita en todo el país para el uso de plataformas educativas, así como el uso gratuito de mensajes de texto y audios de Whatsapp en los asentamientos populares geo-localizados por el Registro Nacional de Barrios Populares (RENABAP).
La iniciativa propone que desde el Ministerio de Educación Nacional, y a través del Consejo Federal de Educación, se indiquen las plataformas que permiten el dictado de clases virtuales y la comunicación entre docentes, estudiantes y familias, y cuyos paquetes de datos deberían ser de transmisión libre y gratuita. “Consideramos que esta lista debe incluir todas las plataformas públicas nacionales y provinciales, así como otras cuyo uso esté siendo promovido en las escuelas, tanto desde el gobierno nacional como desde los gobiernos provinciales”, señala la petición.
Entre los firmantes se encuentran Gabriela Di Lorenzo, profesora de la Universidad Nacional de Cuyo; Guillermo Jaim Etcheverry, presidente de la Academia Nacional de Educación; Gustavo Gándara, director ejecutivo de la fundación UOCRA; Juan Grabois, abogado y dirigente social; Gustavo Iaies, director de la Escuela de Gestión Educativa de ESEADE; Natalia Kruger, profesora en la Universidad Nacional del Sur; Roberto Souviron, emprendedor y Guillermina Tiramonti, investigadora de FLACSO.
“Esta petición que realizamos es indispensable para que los pibes de las barriadas no sean más segregados de lo que ya están. Sería un gesto importante de las grandes empresas de telecomunicación en relación a la tan mentada responsabilidad social que muchas veces termina en pequeños gestos de filantropía. Para los chicos de los barrios y sus familias, significa la posibilidad de mantener el pacto educativo y de no romper el aislamiento durante la cuarentena”, advierte Juan Grabois.
“Lograr la inclusión educativa implica hoy definir políticas públicas que garanticen el derecho a la conectividad en el marco de un sistema educativo abierto a las soluciones tecnológicas”, agrega Gustavo Gándara.
En la misma línea, Mariano Narodowski, doctor en Educación, indica que “en este aislamiento, los chicos desconectados son actores pasivos de un nuevo escenario: no son los alumnos pobres quienes abandonan la escuela, sino que es el modelo social de distribución de bienes (como Internet) el que los abandona, los desconecta, los deja sin educación. Y cuanto más dure el aislamiento, mayor será el daño social y pedagógico a niños y adolescentes. La única forma de arrancar a los chicos de los barrios más pobres de la exclusión educacional durante el aislamiento es conectándolos a Internet: las grandes compañías proveedoras deberían poner a disposición la red en los barrios, para que sea posible enseñar y aprender. Es la condición necesaria para una mayor igualdad”.
Por su parte, Guillermina Tiramonti señala: “La desigualdad es una cuestión estructural, que se reproduce a partir de discriminar sistemáticamente a un grupo de la población de los recursos que la sociedad requiere para incorporarse exitosamente al mundo. En cada generación estos recursos cambian a la luz de las transformaciones técnicas y culturales, y con este cambio se abre la posibilidad de incorporar y de dar acceso a estos recursos a los sectores anteriormente excluidos.Mantener nuevas generaciones de niños y jóvenes al margen de la conexión digital y de los saberes que estos otorgan es someterlas a una condición desigual”.
Los últimos datos disponibles de Aprender indican que hay provincias donde la proporción de estudiantes de primaria sin conectividad supera el 30%. A su vez, según ENACOM el 54% de las conexiones nacionales tienen una velocidad menor a 20 Mbps, el mínimo requerido para actividades sincrónicas.
“Es el momento para avanzar con iniciativas excepcionales para que no se amplíe esta situación de desigualdad”, sostienen quienes firman y, a su vez, se comprometen a promover el acompañamiento necesario para implementar estas plataformas en las escuelas y el uso de Whatsapp con fines pedagógicos en los barrios populares. Ignacio Ibarzábal, de Argentinos por la Educación, agrega: “Queremos convocar a más líderes y sectores para trabajar codo a codo en hacer de la urgencia sanitaria, social y educativa nuestra prioridad”.