viernes, 8 de mayo de 2020

Piden garantizar el uso libre de plataformas educativas en todo el país y de Whatsapp en barrios

La solicitud se dirige a las empresas de telefonía, al ENACOM y al Ministerio de Educación de la Nación. Está firmada por académicos y dirigentes sociales, universitarios y empresariales. Con el objetivo de reducir las desigualdades, reclaman la conectividad libre y gratuita en todo el país para el uso de plataformas educativas y el uso gratuito de mensajes de texto y audios de Whatsapp en los asentamientos populares, hasta que vuelvan las clases presenciales

Referentes académicos, dirigentes sociales,  universitarios y empresariales de distintos puntos del país firmaron una carta que solicita a las principales empresas de telefonía, al ENACOM y al Ministerio de Educación de la Nación que, mientras clases no puedan dictarse en las escuelas, se garantice la conectividad libre y gratuita en todo el país para el uso de plataformas educativas, así como el uso gratuito de mensajes de texto y audios de Whatsapp en los asentamientos populares geo-localizados por el Registro Nacional de Barrios Populares (RENABAP).

La iniciativa propone que desde el Ministerio de Educación Nacional, y a través del Consejo Federal de Educación, se indiquen las plataformas que permiten el dictado de clases virtuales y la comunicación entre docentes, estudiantes y familias, y cuyos paquetes de datos deberían ser de transmisión libre y gratuita. “Consideramos que esta lista debe incluir todas las plataformas públicas nacionales y provinciales, así como otras cuyo uso esté siendo promovido en las escuelas, tanto desde el gobierno nacional como desde los gobiernos provinciales”, señala la petición.

Entre los firmantes se encuentran Gabriela Di Lorenzo, profesora de la Universidad Nacional de Cuyo; Guillermo Jaim Etcheverry, presidente de la Academia Nacional de Educación; Gustavo Gándara, director ejecutivo de la fundación UOCRA; Juan Grabois, abogado y dirigente social; Gustavo Iaies, director de la Escuela de Gestión Educativa de ESEADE; Natalia Kruger, profesora en la Universidad Nacional del Sur; Roberto Souviron, emprendedor y Guillermina Tiramonti, investigadora de FLACSO. 

“Esta petición que realizamos es indispensable para que los pibes de las barriadas no sean más segregados de lo que ya están. Sería un gesto importante de las grandes empresas de telecomunicación en relación a la tan mentada responsabilidad social que muchas veces termina en pequeños gestos de filantropía. Para los chicos de los barrios y sus familias, significa la posibilidad de mantener el pacto educativo y de no romper el aislamiento durante la cuarentena”, advierte Juan Grabois.

“Lograr la inclusión educativa implica hoy definir políticas públicas que garanticen el derecho a la conectividad en el marco de un sistema educativo abierto a las soluciones tecnológicas”, agrega Gustavo Gándara.

En la misma línea, Mariano Narodowski, doctor en Educación, indica que “en este aislamiento, los chicos desconectados son actores pasivos de un nuevo escenario: no son los alumnos pobres quienes abandonan la escuela, sino que es el modelo social de distribución de bienes (como Internet) el que los abandona, los desconecta, los deja sin educación. Y cuanto más dure el aislamiento, mayor será el daño social y pedagógico a niños y adolescentes. La única forma de arrancar a los chicos de los barrios más pobres de la exclusión educacional durante el aislamiento es conectándolos a Internet: las grandes compañías proveedoras deberían poner a disposición la red en los barrios, para que sea posible enseñar y aprender. Es la condición necesaria para una mayor igualdad”.

Por su parte, Guillermina Tiramonti señala: “La desigualdad es una cuestión estructural, que se reproduce a partir de discriminar sistemáticamente a un grupo de la población de los recursos que la sociedad requiere para incorporarse exitosamente al mundo. En cada generación estos recursos cambian a la luz de las transformaciones técnicas y culturales, y con este cambio se abre la posibilidad de incorporar y de dar acceso a estos recursos a los sectores anteriormente excluidos.Mantener nuevas generaciones de niños y jóvenes al margen de la conexión digital y de los saberes que estos otorgan es someterlas a una condición desigual”.

Los últimos datos disponibles de Aprender indican que hay provincias donde la proporción de estudiantes de primaria sin conectividad supera el 30%. A su vez, según ENACOM el 54% de las conexiones nacionales tienen una velocidad menor a 20 Mbps, el mínimo requerido para actividades sincrónicas.

“Es el momento para avanzar con iniciativas excepcionales para que no se amplíe esta situación de desigualdad”, sostienen quienes firman y, a su vez, se comprometen a promover el acompañamiento necesario para implementar estas plataformas en las escuelas y el uso de Whatsapp con fines pedagógicos en los barrios populares. Ignacio Ibarzábal, de Argentinos por la Educación, agrega: “Queremos convocar a más líderes y sectores para trabajar codo a codo en hacer de la urgencia sanitaria, social y educativa nuestra prioridad”.

Eliana Fram Directora de Prensa, Observatorio Argentinos por la Educación
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